martes, 30 de agosto de 2011

Verso sin poesía.

Un sonido áspero, como dijiste ayer.
Tal vez un viento suave haciendo cosquillas en la cabeza
y simplemente moverse.

Lejos, lejos,
a veces cerca
y de cerca
te ves tan vulnerable,
una dulce miguita
que no sabe qué cara poner.


Te deslizás, te movés,
te vas, te acercás y me mirás.
Y una risa intensa,
una boca bonita,
unos ojos claros,
abriéndose como garras en el viento.

Tal vez por eso el cielo vale la pena,
o quizás
por eso seguimos mirando,
con el cuero tirando
con los ojos perdidos.

Nos levantamos a reír un rato
y reímos como locas.

No lo quiero terminar,
no quiero volver a cortar
esto puede seguir mejorando,
y las palabras se van como volando,
flotan desde mi pecho
o desde mi abdomen.
Las caminatas se apiadan de mí,
y solo extraño esa sonrisa que me diste
como un rigor santo inexistente.

Te invento de nuevo
y te ves tan bien!
Escucho tus palabras,
como en intervalos,
esas palabras
que tanto me inspiraron,
que tanto me dan.

Voy a regalarte un intento,
voy a acostumbrarte a eso que no existe,
para que siempre sonrías.
Porque a veces te cuesta
y te veo intentarlo,
y te veo queriendo
y quiero sonreír con vos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario