lunes, 19 de julio de 2010

Me gustás.

Me duelen los labios
que hoy no rozan tu canto,
y en la tarde
un sabor dulzón
quema mi lengua.
Cierro los ojos al sol
que alumbra
un dibujo solitario
en tu pared.
De a ratos una sombra
tapa tu mirada perdida
que se fija en el vacío
de un sillón de terciopelo transparente.
Se acerca la noche
en la que no te abrazas
con mi brazo entre sábanas,
besando mi mano,
erotizando mi piel.
Te despliegas
entre gotas oscuras,
de agua pintada
y veo tu boca
en forma de beso,
que aún no va a sonreír.
Sonríe para mi,
y elimina
este canto sin música
que tu cuerpo no bailó
para mi.

domingo, 11 de julio de 2010

Magia.

Tengo ansias de saber,
qué hay en tu mente,
qué hay en tu alma,
cuando clavas la vista
y tu mirada acompaña una música.
Quiero escuchar tu música
como si saliera de tu boca
y entrara en mi ser,
como si estuvieras cerca.
Y te avalanzas hacia mi
como una marea de luz
y me entregas la melodía
que crea tu mirada
en tu dulce omnipresencia.
Me cantas tus palabras
como pequeñas hojas
que vuelan en otoño
y se deslizan acariciando
un banco en la estación.
Y tu omnipresencia
se hace presencia
y no podemos hablar,
no podemos decirnos palabras
que un día se nos ocurrieron,
y llenamos las bocas
y cerramos los labios
y hablamos palabras que no pronunciamos.
Ésas palabras que dan lugar
a las miradas furtivas
que se entienden
rodeadas de sonrisas sabias.
Entonces tu abrazo es sólido
y te abrazo fuerte,
despidiéndome de tu luz:
Hasta el próximo encuentro.