lunes, 6 de diciembre de 2010

Quisiera verte algún día.

Me exageras el sueño
entre palabras cortadas,
entre miradas dormidas,
entre sonrisas salinas.
Pequeña,
me besas
como el reflejo de la luna
al agua,
y como el agua
a las orillas.
Sonríes a medias
y sonríes completa,
con los ojos un poco cerrados
del beso,
y un poco abiertos
de la sonrisa.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Feliz de a ratos.

A veces me desvelo pensando, y de vez en vez duermo mucho por no pensar.
Ocasionalmente tengo miedo de tratar y rara vez hablo de más sin saber qué decir.
Más de una vez he dormido entre tus brazos, y ya no puedo contar las que lo he necesitado.
Algunas noches estoy cansada y no puedo dormir, y otras noches te quiero esperar y mis ojos le juegan una carrera al sueño.
Algunos días te quiero abrazar, y se esfuma tu imagen entre mis brazos; y otros días te paras delante y mis brazos no se atreven a aferrarse.
A veces siento que ya no puedo más, y soy feliz de a ratos.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Strike.

Si mis piernas hablaran,
que ya no son capaces
como dentro de tus ojos.
Si mis manos besaran,
que ya no tienen intención
como dentro de tu boca.
Si mis dientes supieran
cuál es el vicio ácido de tus pies
y las sombras ya desaparecieran
como cuando aún existías.
Si empezara nuevamente
un ciclo en tu cintura,
donde los sueños guerreros
ya no lucharan
contra los vientos y las hojas...
Sólo de esa forma
tu vientre me sostendrá,
y sobreviviré
el exilio de tu corazón.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Huracanes.

En los murmullos de la luna
hay escondido un vals.
La noche se refugia en el consuelo
del sol que llegará
y la brisa mendiga por las tierras
y las flores sin parar.
Un remolino de sales
ahoga las aguas de un lago gris
tocado por la plenitud.

lunes, 9 de agosto de 2010

Est votre langue...

Sus ojos no te vean,
sus oídos no te oigan,
en tu sepulcral vivir
si desdicha has de sembrar.
Vence la lucha del olvidado
en el mar de aposentos
donde un barco te alcanza
apenas a una orilla sin descanso
ni catarsis.
De tu alma nazca la espada
que ceñida llevas
en las propias plantas
de la triste miseria.
Tus ojos no vean
el escuadrón de flores,
la vaina de Hybris
que llevas plasmado,
como escudo de fuego,
en tu pecho.

Casi.

Labios mudos
que explotan
en estruendos
vomitando palabras
que ya no existen,
que ya no saben ser dichas.
Y si ayer
una palabra
era sonido para una sonrisa,
ya es hoy
y ya nadie sonríe.
Y si mañana
un movimiento te invita
a ser parte de mis sábanas,
aún es hoy
y mañana tal vez
no sea ningún día.

lunes, 19 de julio de 2010

Me gustás.

Me duelen los labios
que hoy no rozan tu canto,
y en la tarde
un sabor dulzón
quema mi lengua.
Cierro los ojos al sol
que alumbra
un dibujo solitario
en tu pared.
De a ratos una sombra
tapa tu mirada perdida
que se fija en el vacío
de un sillón de terciopelo transparente.
Se acerca la noche
en la que no te abrazas
con mi brazo entre sábanas,
besando mi mano,
erotizando mi piel.
Te despliegas
entre gotas oscuras,
de agua pintada
y veo tu boca
en forma de beso,
que aún no va a sonreír.
Sonríe para mi,
y elimina
este canto sin música
que tu cuerpo no bailó
para mi.

domingo, 11 de julio de 2010

Magia.

Tengo ansias de saber,
qué hay en tu mente,
qué hay en tu alma,
cuando clavas la vista
y tu mirada acompaña una música.
Quiero escuchar tu música
como si saliera de tu boca
y entrara en mi ser,
como si estuvieras cerca.
Y te avalanzas hacia mi
como una marea de luz
y me entregas la melodía
que crea tu mirada
en tu dulce omnipresencia.
Me cantas tus palabras
como pequeñas hojas
que vuelan en otoño
y se deslizan acariciando
un banco en la estación.
Y tu omnipresencia
se hace presencia
y no podemos hablar,
no podemos decirnos palabras
que un día se nos ocurrieron,
y llenamos las bocas
y cerramos los labios
y hablamos palabras que no pronunciamos.
Ésas palabras que dan lugar
a las miradas furtivas
que se entienden
rodeadas de sonrisas sabias.
Entonces tu abrazo es sólido
y te abrazo fuerte,
despidiéndome de tu luz:
Hasta el próximo encuentro.

domingo, 6 de junio de 2010

Todos los días.

Una canción un poco gastada
con olor a melancolía,
con varias sonrisas que fueron
y que serán,
creo que serán.
Dulces sueños,
porque ayer no dormí ni un rato.
Buenos días,
porque hoy es otro día.
Tu rostro me recuerda la felicidad,
los abrazos, los consejos
y los enojos.
Pareciera que fuese ayer
cuando dijimos adiós
a una parte nuestra
que algunos llaman etapa.
Pareciera que nos extrañamos,
pareciera que tres ángeles escuchan
los gritos al cielo
y me regalan la sonrisa
hasta el próximo abrazo.