jueves, 17 de diciembre de 2009

Perdí.

Nunca te pedí mucho.
Con una sonrisa,
ya era feliz
y con tu mano,
el cielo era cercano.
No lo logré,
no lo logré
y mis manos sienten
el vacío de siempre.
Puse mis cartas
sobre la mesa,
en vano.
En vano escribí,
lo que escribí.
En vano hablé,
lo que hablé.
Balbuceos eran tus respuestas,
palabras cobardes,
sin sentido.
Si pudiese,
te llenaría de coraje
para decir el no
que quieres decir,
para decir el sí
que quieres decir.
Nunca te exigí nada,
y tu me lo exigiste todo.
Me exigiste todo y
quise darte todo,
pero ya estoy vacía.
Nunca tuve una respuesta
y mi corazón
ya late muy lento,
ya late sin fuerzas.

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