sábado, 28 de noviembre de 2009

Tardes primaverales.

Los pimpollos se asoman
y tus labios canturrean
esa suave melodia
de un amanecer con alegrias.
El sol sonríe,
los pastos siembran,
las sonrisas adoran.
Tu dulce omnipresencia
sumerge mis sentidos
en un hermoso vuelo
de aves cantoras,
cielos azules y
flores preciosas.

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