sábado, 28 de noviembre de 2009

Buenos Aires, querido.

Hermosos recuerdos,
de tardes interminables
que en tu seno yo pasé.
Mañanas lluviosas y
noches calurosas,
días enteros admirandote
Buenos Aires querido!
Tu has de conocerme
tanto en penas
como en alegrias,
tanto soñadora
como realista.
Me has mostrado
incontables momentos
que en una plaza
se pueden pasar.
Que extraño sentimiento
experimento ahora!
Ya no encuentro tus plazas,
ya no siento
el enorme placer
cuando por tus calles caminaba.
Y te extraño tanto Buenos Aires,
que ahora estás tan lejos.

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