lunes, 9 de agosto de 2010

Est votre langue...

Sus ojos no te vean,
sus oídos no te oigan,
en tu sepulcral vivir
si desdicha has de sembrar.
Vence la lucha del olvidado
en el mar de aposentos
donde un barco te alcanza
apenas a una orilla sin descanso
ni catarsis.
De tu alma nazca la espada
que ceñida llevas
en las propias plantas
de la triste miseria.
Tus ojos no vean
el escuadrón de flores,
la vaina de Hybris
que llevas plasmado,
como escudo de fuego,
en tu pecho.

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